No eres tú, soy yo (1ra. Parte)

¿Has escuchado esta frase antes? ¿Dónde la has escuchado? ¿Te la han dicho a ti?

 

En estos días a nivel mundial se celebra el día del amor y de la amistad.  Es en estos días que un tema como este que les quiero compartir hoy toma relevancia.  Toma relevancia porque al ver, leer y repasar las preguntas que les hice al inicio podemos responder que: “sí las he escuchado antes”, “quizás las escuchéen una película, una serie (conocidas antes como telenovelas) o en una conversación entre una pareja que estaba cerca de mí”, y por último “sí, me han dicho esas palabras a mí también”.

Hoy quiero que veamos esta frase desde tres puntos de vista, tres escenarios distintos en los que podemos estar involucrados y quizás no nos hemos dado cuenta todavía.  

 

I. No eres tú, soy yo.  Mi relación en pareja.

Dios creador hizo al hombre y vio que no era bueno que estuviera solo Génesis 2:18, “Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.” LBLA; “Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada»”. NVI; “Luego Dios dijo: «No está bien que el hombre estésolo. Voy a hacerle alguien que lo acompañe y lo ayude».” TLA

Dígale a la persona a su lado: “no es bueno que el hombre estésolo”, y dígalo con más convicción si es soltero y la persona que está a su lado es por la que le está pidiendo en oración al Señor.  Y grítelo con todo su corazón si es casado y tiene a su esposa allí con usted.

Dios nos creó para estar acompañados, creó hombre y mujer para que se ayuden, apoyen y se cuiden.  Él tiene alguien especial preparado para cada uno de nosotros, alguien con quien compartiremos nuestra vida.  Pero, ¿qué debo hacer para no enfrentarme a la frase “no eres tú, soy yo”?

Dios quiere estar en control de nuestra vida sentimental, Él conoce nuestro corazón y nos dará la ayuda idónea, adecuada, la compañía perfecta.  La historia de Isaac y Rebeca en la Biblia (Génesis 24) nos muestra que Dios tiene a esa persona que necesitamos preparada en algún lugar.  La historia de Jacob y Raquel (Génesis 29) nos muestra que vamos a tener que hacer nuestra parte para encontrar a esa persona especial, pero Dios va a estar con nosotros en cada paso que demos.

Tres consejos para no enfrentarte a la frase “no eres tú, soy yo”:

1. No te preocupes, no te afanes, no te inquietes.

No dejes que el afán y la preocupación te ganen.  Debes poner en las manos de Dios esta parte de tu vida, si no lo has hecho ya vas tarde.  Pide por la persona con la que quieres compartir el resto de tu vida y con la que formarán una familia.

Filipenses 4:6-7

“6 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” NVI

“6 No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. 7 Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.” TLA

2. Pide con seguridad

Los versos que leímos anteriormente nos dice que oremos, que pidamos, que presentemos nuestras peticiones; pero no dudemos porque Dios nos dice en su palabra “7 »Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. 8 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. 9 »¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? 11 Pues si ustedes, aún siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo darácosas buenas a los que le pidan!” Mateo 7

3. Prepárate

Así como tu estás pidiendo por esa persona que Dios tiene preparada para ti, hay alguien en algún lugar de este planeta que esta pidiendo a Dios por ti.  Así que prepárate busca a Dios en todo momento, ora, lee su palabra, estúdiala y aplícala en tu vida diaria. “Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar.” Romanos 12:1 TLA