A MENOS
QUE
UNLESS
someone like you cares a whole awful lot, nothing is going to get better. It’s not.
DR. Seuss
A
menos que alguien como tú se preocupe muchísimo, nada va a mejorar. No lo hará.
Esa
es la moraleja de la historia del Lorax escrita por el Dr. Seuss, la historia
trata de concientizarnos para cuidar del medio ambiente y no destruirlo en
nuestro afán por satisfacer nuestro deseo de mejorar y de superarnos. El personaje llamado “El una-vez” tuvo que
aprender de la manera difícil la importancia, no solo de cuidar el medio
ambiente, sino también la importancia de compartir con otros el conocimiento
adquirido y un genuino amor por todas las cosas que se nos han confiado.
Ted
Wiggins es el muchacho que recibe de manos de “El una-vez” lo que es la última
semilla de trúfula, claro no sin antes escuchar toda la historia, desde el
inicio de cómo las cosas cambiaron y comprobar que “El una-vez” fue el culpable
de la extinción de las trúfulas y también el culpable que Ted no tuviera ni la
más mínima idea de lo que era un árbol, ni de que hubieran existido.
A
menos que alguien como tú, que está leyendo este pequeño pensamiento, se preocupe
muchísimo, es decir se interese de verdad, las cosas no van a mejorar. Esto no es solo con nuestro medio ambiente,
es aplicable a cada aspecto de nuestra vida.
A
menos que alguien se preocupe muchísimo, la corrupción nunca va a dejar de
existir; a menos que alguien se preocupe muchísimo, la familia no va a volver a
recuperar el papel de importancia que debe tener como base de la sociedad; a
menos que alguien se preocupe muchísimo, nuestros hijos nunca van a tener ni la
más mínima idea cual es la manera correcta de comportarse, porque nadie tomará
tiempo para compartir ese conocimiento adquirido de nuestros antepasados acerca
de cuál es la forma correcta de actuar y comportarse.
A
menos que alguien se preocupe muchísimo, las nuevas generaciones no tendrán un
genuino amor por las cosas que les confíen y mucho menos un genuino amor por su
país, así que no nos escondamos como lo hizo “El una-vez”, no esperemos a que
nuestros niños y jóvenes nos lleguen a buscar para pedir la información,
salgamos de nuestro escondite y de nuestra zona de confort y transmitamos el
sentido de urgencia a esas nuevas generaciones.
Al
igual que Ted, que no tenía idea de cómo eran los arboles porque nunca los vio,
nuestros niños y jóvenes tampoco han visto como luce un país sin corrupción ni
violencia, a menos que nosotros tomemos nuestro papel de líderes e iniciemos a
preocuparnos muchísimo y compartamos nuestro conocimiento adquirido con ellos y
ese genuino amor por las cosas que se nos confían, no lograremos alcanzar un
futuro mejor y ver una país transformado,
Esto
se logra solo haciendo nuestra aportación desde la casa. En la familia es donde primero debemos
generar estos cambios y en un futuro no muy lejano los veremos reflejados en
nuestra sociedad.
El
paisano Ricardo Arjona lo pone de esta manera:
“ Yo quiero cambiar, para cambiar lo que no quiero y no quedarme a
espera que empiecen otros”. ¡Ya es
tiempo que actuemos! El cambio empieza en mí.
Salgamos de nuestro escondite y compartamos con aquellos que amamos nuestros
sueños y planes de cómo podemos lograr un futuro mejor y diferente.
Otro
personaje llamado Pablo lo pone de esta manera: “Y no vivan ya como vive todo
el mundo. Al contrario, cambien de
manera de ser y de pensar. Así podrán
saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y
perfecto” Romanos 12:2 TLA
A
menos que nos preocupemos muchísimo, no cambiaremos de manera de ser y de
pensar, y si no cambiamos de manera de ser y de pensar será muy difícil que
podamos saber y diferenciar entre lo que es bueno, agradable y perfecto. Este es el momento en que tú y yo debemos
actuar, es tiempo que nos preocupemos muchísimo por nuestro futuro. No tienes que ir lejos ni hablar solo con
extraños, empieza en casa; si tu hogar, tu familia, tus seres queridos, son
diferentes y cambian, la sociedad también lo hará.
A
MENOS QUE……..